Las cubiertas para piscinas son una solución práctica y funcional para mantener tu piscina en perfectas condiciones durante todo el año. Ya sea para evitar la suciedad, conservar la temperatura del agua o proteger a niños y mascotas, elegir el cobertor piscina adecuado puede marcar la diferencia en comodidad, seguridad y ahorro. En este artículo te explicamos los diferentes tipos de cubiertas para piscinas, sus precios, ventajas y cómo elegir la más adecuada para ti.
¿Por qué invertir en una cubierta para tu piscina? Múltiples beneficios
Instalar una cubierta para piscina es mucho más que una medida de protección. Es una inversión en bienestar, sostenibilidad y durabilidad de tu instalación acuática. Estos son los beneficios más destacados:
Seguridad: evita caídas accidentales de niños y mascotas
Las cubiertas para piscinas ofrecen una barrera física que previene accidentes cuando la piscina no está en uso, especialmente en hogares con niños o animales.
Limpieza: mantiene el agua libre de hojas, insectos y suciedad
Olvídate de limpiar constantemente tu piscina. Un buen cobertor evitará que caigan residuos al agua, reduciendo la necesidad de mantenimiento.
Ahorro: reduce la evaporación de agua y el uso de productos químicos
Al cubrir la piscina, se reduce drásticamente la pérdida de agua por evaporación y se limita la acción de los rayos UV, lo que prolonga la vida útil de los productos químicos.
Mantenimiento de temperatura: conserva el calor y ahorra en climatización
Las lonas piscina térmicas o solares ayudan a mantener el calor del agua, haciendo más eficiente el uso de bombas de calor o evitando su uso en ciertas estaciones.
Tipos de cubiertas para piscinas: encuentra la ideal para ti
Existen muchas opciones en el mercado adaptadas a diferentes necesidades y presupuestos. A continuación, analizamos los principales tipos de cubierta piscina.
Cubiertas de verano o solares (mantas térmicas): mantienen la temperatura y evitan la evaporación
Ideales para primavera y verano. Se colocan flotando sobre el agua y ayudan a conservar la temperatura.
De burbujas, espuma, geobubble
Las más populares son las de burbujas, aunque también existen versiones más duraderas como las de espuma o tecnología Geobubble, que ofrecen mejor aislamiento.
Cubiertas de invierno o lonas de invernaje: protección total fuera de temporada
Diseñadas para mantener la piscina cerrada durante el invierno, impidiendo que la suciedad y el frío deterioren la instalación.
Opacas, drenantes, de seguridad
Disponibles con diferentes características: opacas para evitar algas, drenantes para eliminar el agua acumulada o con anclajes de seguridad.
Cubiertas telescópicas (altas o bajas): convierten tu piscina en un espacio utilizable todo el año
Estas estructuras permiten usar la piscina incluso con mal tiempo, creando un microclima interior. Son las más versátiles.
Cubiertas transitables: gana espacio útil y seguridad máxima
Pensadas para integrarse en el entorno, permiten caminar sobre ellas. Ideales para jardines con espacio limitado.
Persianas automáticas o cobertores de lamas: comodidad y estética
Elegantes y fáciles de usar. Se enrollan de forma automática y se adaptan a cualquier tipo de piscina.
